miércoles, 12 de noviembre de 2014

Qué ponerte cuando tienes el día tonto y no sabes qué poner...

Reconozcámoslo: Todas tenemos esos días: te levantas, abres el armario y... bufff... no te apetece ponerte nada de lo que ves. 
Otro caso: esa falda beige tan bonita que dejaste preparada la noche anterior con todo el cariño, se mata con la tormenta que se está formando según abres el ojo... 

El caso es que empiezas a probarte y a quitarte cosas, y no te gusta cómo te queda nada. Aunque ya te lo hayas puesto mil veces...! (¡Si es que hoy querías ponerte la falda beige!!.)
Con esta cantinela en la cabeza, y dejando la habitación sembrada de ropa, al final te pones un vaquero cualquiera con un jersey piojoso, no te da tiempo a maquillarte, y sales de casa mosqueada, viéndote fatal (efectivamente, reina, porque llevas un jersey piojoso), y encima, ¡¡vas tarde!!. Vamos, que el día comienza genial!  :-)

Igual esto es un poco exagerado pero... ¿Quién no ha sentido algo parecido alguna mañana?
A mí alguna vez me ha pasado, y un día, encontré el remedio.
Fue un día que me vi genial con un vaquero y una camisa que tengo, que por separado tampoco es que me hagan sentir la reina del mambo, pero el caso es que juntos, funcionaban.
Recordé que ambas cosas me las había probado un día de esos malos, y las había descartado porque de tan normales que son, no las había llegado a poner juntas.
¡Siempre las había combinado con cosas más animadas!

¿Y qué hice?
Muy sencillo: me lo quité, y lo fotografié. Para que no se me olvidase y se me grabase a fuego. Y como ya se me había encendido la bombilla, probé a buscar otra combinación con ropa aparentemente normal, que no destaca por nada en especial, y repetí la maniobra: hice varias prueba y al ver que una de ellas también funcionaba, ¡foto al canto!.

Como ya me había venido arriba, di un paso más y profesionalicé el sistema: lo imprimí y lo pegué en la parte interior del armario.
Fin del problema. El día que me levanto torcida, es que ni lo pienso: elijo uno de esos conjuntos.  Y ya está. Solucionado el tema.

Por si queréis rebuscar en vuestros armarios y construir algún conjunto parecido, aquí os dejo un par de los míos (versión otoño-invierno). Para buscar los vuestros, sólo tenéis que seguir unas reglas:

- Tienen que ser prendas de ropa sencillas. Esas que compras precisamente para combinar con algo más vistoso. No sirve que tengan estampados complicados, coloridos, volantes, jaretas o lazos.
- No pueden apretar, ni ceñir, ni tener cortes o colores raros (rara ya te sientes tú esos días, lo que necesitas son cosas que te den paz interior)
- En invierno u otoño, no sirven las faldas (en mi caso, porque no me gustan nada las medias, que siempre me aprietan).

Seguro que habéis pillado la idea, verdad?
:-)

1. Conjunto más casual:
- Vaquero pitillo de Hym que no ajusta demasiado (este tipo de días suele coincidir con uno de esos en los que te encuentras superhinchada, y no tienes humor para ir embutida como una morcilla).
- Camisa básica blanca (por el mismo motivo que el anterior, las camisetas ceñidas quedan descartadas). Además, el blanco da luz, y suma!!.
- Chaqueta gris, holgada. Es suavecita, y amorosa... me encanta!. Siempre me hace sentir arropada, y para estos días, es ideal porque me sube un poquito la moral.

2. Un poco más arreglado:
- Pantalón pitillo negro (de tela, no vaquero), ese pantalón negro que todas tenemos y nos encanta.
- Camisa blanca con estampado en negro (tengo un par, cualquiera de ellas me sirve).
- Jersey fino de punto negro. También es tirando a flojo, con media manga, y estiloso.
Si después de ponérmelo estoy más animada, hay días que le meto un collar, como el de la foto.

Como veis, son conjuntos que tiran de básicos, (low-cost!), y funcionan. Si además, les sumáis un foulard bonito si está fresquete, y un poco de colorete, ¡habréis salvado el día!
:-)
Otro día os contaré cuáles creo que son las prendas básicas que no deben de faltar en ningún armario (en estos conjuntos tenéis varias pistas), ok?

Bs mil,

3 comentarios:

  1. Jajajajajaja! No me parece exagerado el principio del post para nada! Eso me pasa muy a menudo y de hecho, me pasa también cuando tengo que hacerme la comida para mi sola (me enfurruño y al final ni como).
    Muy buena idea esta de tener dos conjuntos socorridos. Te voy a hacer caso!
    Un beso!

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  2. Me ha gustado la idea, la verdad más de alguna mañana me ha pasado y sobre todo cuando mi niña se pone a llorar y no me ha dado tiempo a vestirme ... un caos.Es una idwa socorrida que pondré en práctica.Gracias.

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